A estas alturas no será una novedad para nadie el fallecimiento de Elisabeth Taylor, la belleza de ojos de color violeta. Uno de los motivos de haber tardado en publicarlo ha sido mis pequeñas pesquisas para saber lo que había hecho para la pequeña pantalla, trabajos que han sido completamente eclipsados por su labor en el Cine. Supongo que no hace falta recordar que participó en algunas de la películas de la era dorada de Hollywood, como fueron Gigante, Cleopatra, La gata sobre el tejado de Cinc, ¿Quién teme a Virginia Woolf?, De repente, el último verano, Ivanhoe, e incluso con un pequeñísimo papel en Quo Vadis, aunque su primer papel importante vino de la película El Coraje de Lassie. Pues bien en los años 80 y 90 también participó en series (principalmente, aunque no exclusivamente culebrones) y tv movies. Algunas de las series más conocidas son Hotel, Norte y Sur, Todos mis hijos, Hospital general y su último trabajo en una serie llamada Dios, el Diablo y Bob. Entre sus telefilmes figuran Malice en el país de la maravillas, Marcada por el amor, Dulce pájaro de juventud y Esas chicas fabulosas. Muchos decían de ella que su gran mérito en lo que a interpretación se refiere no estaba sólo en su belleza, sino en su versatilidad, permitiéndole trabajar con directores tan dispares como George Cukor, Vincent Minnelli, John Ford, Richard Brooks. En definitiva, se pierde la que seguramente pasará a la historia como la última estrella del Hollywood clásico. D.E.P.
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