Alerta: Contiene Spoilers sobre la 6ª y última temporada de "Perdidos". Si vas a verla a ritmo Cuatro o Fox, quizá no deberías leer esto. Para que luego no haya quejas.
La última temporada de Perdidos ya está aquí. Y ha llegado en su línea, con un atrevido juego de lineas paralelas de tiempo que son las que dan título a esta entrada. Por un lado tenemos la historia en la que los Losties no se estrellaron en la isla y por otro está la historia de los que si que se estrellaron. Esta arriesgada apuesta argumental da una vuelta más al rizo que ya de por sí, suponía la serie. Las dudas sobre Juliet se disiparon (está muerta todo lo definitivamente que se puede estar en esa isla) y el tiempo me dió la razón. Cuando os hablé de mi teoría acerca de la serie, os comenté que Esau estaba encarnando a Locke y os dí las razones de porqué y parece que acerté. Lo que nunca imagine es que Jacob, a pesar de haber muerto podría seguir influyendo en los acontecimientos, por supuesto siguiendo las reglas de un juego que quizá nunca sepamos quién marcó. Y parece que no sólo eso, sino que además todo apunta a que la respuesta a las preguntas es, como ya dije, que sucedió las hecho porque ellos lo provocaron. ¿Qué puede pasar a partír de ahora? En mi opinión hay un par de cosas que están muy claras; una es que Sayida ha muerto y lo que está en su cuerpo no será Sayid, si no Jacob reencarnado. Y dos, a los que han aterrizado en LAX les van a suceder cosas encaminadas a encarrilarles hacia la isla o hacia lo que debía haber sucedido. En palabras del personaje de Fionnula McFlanangan: "El tiempo siempre encuentra el modo de corregir su curso".
No hay comentarios:
Publicar un comentario