miércoles, 20 de octubre de 2010
Las rarezas de Being Human
Todos sabemos que se trata de una serie inglesa y cómo tal, es normal que no sea una serie al huso y tenga sus curiosidades, pero es que a veces son demasiado. La más destacable, y negativa, para mi gusto es su toque de humor inglés que es capaz de anular algunos de los momentos más dramaticos de la serie, con chistes que ni siquera tienen gracia. Aunque no siempre es así, otras veces son sencillamente bromas para aliviar la tensión, pero raramente tienen algo mínimamente humorístico. Otra de las rarezas es el desarrollo de su tramas y el protagonismo que se deriva hacia los actores principales para distraer al espectador de un entorno que a veces es demasiado realista. Lo que quiero decir es que la profundidad psicológica de los personajes está diseñada para que le espectador no se pregunta acerca de qué es esto a aquello; Anne no deja de ser una soltera neurótica y un poco pesada a pesar de estar muerta, George no deja de atormentarse con su "trastorno" y aunque intenta salir adelante, siempre se boicotea a sí mismo (incluso llega a tener un brote de síndrome de Latourette; no es broma) y Mitchell no termina de centrarse en su intento de ser lo más humano posible y menos ahora que se tiene que poner al frente de la extraña y decapitada sociedad vampírica de Bristol. Y por si fuera poco, tenemos los invitados especiales que aparecen y desaparecen como las setas en el bosque, conformando todos ellos un gigantesco MacGuffin. En definitiva si os queréis poner con ella, más vale que antes intentéis deshaceros de vuestro bagaje audiovisual, porqué si no se os va a hacer muy raro.
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