La verdad es que la entrada de hoy es una reseña triste. Según parece ayer apareció muerto David Carradine en su hotel de Bangkok. El actor de 72 años se encontraba en el país rodando una película y se le ha encontrado en la habitación de su hotel, dentro del armario, con una soga al cuello y con otras partes de su cuerpo atadas. De momento no se ha confirmado la hipótesis del suicidio. Nunca se podrá olvidar a este actor por el papel que marcó su vida y toda una generación, el monje shaolin estudiante de Kung Fu, en la serie homónima. También interpretó más de 130 películas, la mayoría de ellas como secundario debido a que su imagen estaba encasillada por su papel en televisión. Para muchos su mejor papel le llegó hace unos 7 años de mano del genio de Quentin Tarantino, con su Kill Bill vol. 1 y 2, dónde dió al actor el privilegio de interpretar a Bill.
En su vida personal, fue una vida un poco agitada, cómo mucha gente de Hollywood, pasó por un divoricio y superó un problema de alcoholismo que le mantuvo durante gran parte de la década de los 90 retirado como un ermitaño. Su gran pasión además de los medios audiovisuales fue también la música y llegó a componer más de 60 canciones algunas de las cuales fueron utilizadas en sus películas. Descanse en paz.
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